“Si te enfrentas a un problema, podrás superarlo, pero si te escondes lo único que conseguirás es agravarlo” o “si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo”, podrían ser dos teoremas a utilizar para explicar la reforma de la Administración Local propuesta por el Gobierno que preside Mariano Rajoy. Esta reforma es urgente y un Gobierno responsable como el del PP no podia “mirar para otro lado” y no afrontarla.
Aunque se trate de una reforma que con toda probabilidad introduzca cambios tras elevarse al Consejo de Estado y tramitarse en el Parlamento, sí podemos decir que era una reforma necesaria, imprescindible y que no podía retrasarse por más tiempo. Ante la grave crisis económica que estamos atravesando, la ciudadania, que ha hecho grandes esfuerzos soportando una importante subida de impuestos, bajadas de sueldos o ajustes laborales, tiene que apreciar claramente que su Gobierno tiene que sumarse a ese sacrificio. adelgazando y haciendo mas racional su estructura administrativa como en este caso se pretende hacer con una ley que afronte una profu nda reforma de la administracion local.
La contencion del gasto publico,la clarificacion de las competencias, la reduccion de asesores o la simplificacion administrativa son demandas urgentes no solo de las instituciones europeas – que en algun momento tendran que plantearse tambien su propia reforma– sino de los propios contribuyentes que se sienten insatisfechos por la excesiva burocracia y fuerte presion tributaria que no se compadece con la eficacia de los servicios que se prestan.
La superposicion de un mismo servicio por varias administraciones sea local provicnial, autonomica o del estado resulta ineficiente, dispara el gasto y desconcierta a los usuarios de los servicios publicos.La asuncion de competencias impropias,por ejemplo, por parte de los Ayuntamientos han degradado la calidad del servicio por la insuficiencia financiera que han tenido que soportar injustificadamente como prestadores del mismo.
La urgencia de otras reformas como la financiera o la laboral, impuestas por las autoridades europeas, han hecho demorar las que tenia que asumir el propio Estado como es la de su propia administracion, en este caso la local y que sin duda de haberse producido con anterioridad a las otras, las hubiera dulcificado por su caracter ejemplar, pero el calendario para garantizar nuestra suficiencia financiera y la flexibilizacion de nuestro mercado laboral era muy exigente por parte de la UE.
Mariano Rajoy nunca ha escondido que habia demasiadas duplicidades en la administración y que era necesaria una reforma. ¿Quien no está de acuerdo en que tras ella se clarifiquen las competencias entre administraciones, se limite el uso de las autorizaciones administrativas para iniciar una actividad económica, se prohíba crear nuevas empresas públicas o se favorezca que se produzcan situaciones de impago entre administraciones?
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El PSOE e IU, desde su cogobierno en Andalucia, ya han dado respuesta a estas preguntas: movilizar una vez mas a la ciudadania para seguir derrochando el dinero publico, mantener una burocracia asfixiante y conservar los privilegios de su clase dirigente, es decir gobernar de espaldas al ciudadano que está pidiendo a gritos una reforma que no se ha realizado en casi 40 años de democracia.
Los ciudadanos quieren a gestores que se enfrenten a los problemas, que sean capaces de tomar decisiones firmes y valientes, como esta Reforma de la Administración Local presentada por el Gobierno de Rajoy. Su aprobacion, que insisto está abierta a cambios y aportaciones, supondrá un ahorro neto total de 7.129 millones de euros entre 2013 y 1015.
Los Presupuestos Generales del Estado fijarán anualmente el límite máximo total que pueden percibir los miembros de las corporaciones locales por todos los conceptos retributivos, según criterios de población;los presidentes de Diputación tendrán un límite máximo en sus retribuciones que será igual al del alcalde de la corporación más poblada; además los concejales que sean proclamados diputados provinciales tendrán que elegir entre uno de los dos sueldos y se reduce el número de asesores.
Desde que el Gobierno de Rajoy tomo posesión se ha realizado una reforma laboral, que pronto tendrá buenos resultados, hemos hecho una reforma financiera y ahora es necesario realizar una reforma de la administración local. Tenemos que dar fe a los españoles de que no solo ellos hacen sacrificios, que la administración debe ser la primera y que no puede ni debe estaar ausente de este proceso reformista.
Hay que buscar una “redimensión” de la estructura estatal y para ello tienen que implicarse todos los ciudadanos y especialmente los que tienen la responsabilidad pública de gestionar sus intereses. No niego que el debate es la esencia de la Democracia, y esta ley necesita mucho debate, pero nadie puede negar tampoco que sea una reforma necesaria, que debemos hacer antes de que sea demasiado tarde.