¡Qué verano!
No, no me refiero a las altas temperaturas, ni a los incendios de nuestros bosques –afortunadamente parece que escasos- o al estado de nuestras playas y carreteras. Me refiero a la cascada de “sucedidos políticos” que no han dado un minuto de descanso a los sufridos y pacientes españoles.
Nuestro “primo” Mohamed VI, se ha empeñado, como todos los años por estas fechas, en amargar la placiente vida de los melillenses y de sus compatriotas insultando, presionando y amenazando a nuestra policía fronteriza al mismo tiempo que nos sigue enviando pateras, fomentando la corrupción en sus dominios y burlándose de las bondadosas, pacifistas y dialogantes autoridades españolas, mientras su “amigo” y protector Sarkozy sonríe al fondo…
El “recorte presupuestario” ya no hay quien lo entienda. Yo creo que ya no saben ni qué dinero tenemos en caja, ni cuánto debemos ni hasta donde llega el agujero negro de nuestras finanzas. Da lo mismo decir que ya no se hacen más autovías, que se suprimen trenes o que ya no se reparten más bombillas. Al día siguiente, el inefable Ministro Blanco, anuncia que no es para tanto, que sí, que podemos buscar algo en la caja fuerte para este puente, para esta carretera o para este cochecito eléctrico que es una monada…, todo tan caótico y patético que causa más pena que risa.
Otra noticia canicular ha sido la alegría y satisfacción en el Gobierno por la “liberación” de nuestros cooperantes catalanes. Todos los “españoles” participamos de esa alegría. También nuestro dinero y solidaridad sirve para algo… ¿verdad ilustres Carod y Montilla? Como es lógico y natural, el Ministro Moratinos se esconde y calla –igual que con Marruecos-. A este Ministro solo le “motivan” los palestinos que es de lo que sabe, lo demás le trae al pairo, sonríe, pone cara de bueno y a otra cosa…
Afganistán nos ha vuelto a dar este verano otro gran disgusto. Nuestra querida Guardia Civil ha vuelto a sentir el dolor por el asesinato de dos de sus miembros y el sufrimiento de sus familias. A la guerra, Ministra Chacón, se le llama guerra y a la paz se le llama paz desde el lenguaje bíblico. Está claro que como no quiere recordar Irak, pervierte el lenguaje para convencer a los españolitos de su buenismo y pacifismo…en ésta como en tantas ocasiones silencio de los Bardem y los de la ceja.
Gómez y Trini han alegrado este estío el cotarro político madrileño. Gómez le dice no a Zapatero y prefiere una elección democrática, nada que oponer incluso desde mi posición personal, el sistema de primarias, igual que la doble vuelta o listas abiertas ,me parece una fórmula de participación más abierta y racional. Pero la sonrisa meliflua de Trini Jiménez esconde la hipocresía de quien sabe que va al matadero en la sola esperanza de un premio de consolación por la ciega obediencia al jefe. La cúpula es la cúpula.
Y fin del verano y vuelta al cole. Los libros más caros, los uniformes también, más IVA, más impuestos, los ricos menos ricos y los pobres más pobres, los funcionarios menos sueldos, los pensionistas heladitos, los empresarios más deudas, los parados sin esperanza, los banqueros seguirán forrándose (que se lo pregunten al emperador Botín), los nacionalistas en el mercado persa, los ministros cada uno en su rollo, la mayoría escondidos, sin nada que hacer o decir y el Presidente sonriendo, sonriendo, sonriendo… ¡en el otoño más…!
Jorge Hernández Mollar
Ex Parlamentario nacional y europeo PP