En la barca me voy a subir
no sé qué rumbo tomará
ni sé qué lejos quiere ir
ni a qué puerto llegar
Mi alma tiembla de miedo
veo nubes negras y oscuras
entre gritos y lamentos
de atormentadas criaturas
Amanece… veo una luz
las olas ya son espigas
y el llanto de una cruz
a cambiar el rumbo me obliga
De la tempestad a la calma
del tormento a la alegría
es la Cruz quien me llama…
¡deja de temblar alma mía!