“Quizás fue la Virgen quien propuso a José instalarse provisionalmente en alguna de aquellas cuevas, que hacían de establo a las afueras del pueblo. Probablemente le animó, diciéndole que no se preocupara, que ya se arreglarían… José se sintió confortado por las palabras y la sonrisa de María. De modo que allí se aposentaron con los enseres que habían podido traer de Nazaret: los pañales, alguna ropa que ella misma había preparado con la ilusión que solo saben poner las madres en su primer hijo…
Y en aquel lugar sucedió el acontecimiento más grande de la humanidad, con la más absoluta sencillez: Y sucedió –nos dice San Lucas- que estando allí se le cumplió la hora del parto. María envolvió a Jesús con inmenso amor en unos pañales y lo recostó en el pesebre”
Feliz Navidad y Feliz 2017