El primer mandamiento del periodista tiene que ser el de «No aburrir ni a Dios sobre todas las cosas». Así se pronunciaba el gran articulista y poeta malagueño Manuel Alcántara en su discurso de nombramiento como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Málaga. Desgraciadamente hoy los lectores de tan insigne periodista, no podemos disfrutar de sus diarias columnas que a buen seguro, tendrían muy entretenido a Dios con los acontecimientos que entre lo dramático y lo cómico estamos padeciendo en la vida política española.
Que los enemigos de España, ayer declarados como delincuentes y condenados por la justicia, hoy formen parte de la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso, con el único objetivo de mantener en el poder al gobernante más déspota desde los tiempos de la II República, es el ejemplo más claro de que ni la lógica, ni el sentido común ni la moral rigen en las acciones de un gobierno fracturado y con un intenso olor a descomposición cadavérica.
La agonía, sin embargo, se presenta larga y traumática, precisamente en los momentos más duros y sacrificados para el pueblo español, inmerso como está en una profunda crisis múltiple de incalculables consecuencias, unida a una trágica confrontación bélica que amenaza un estallido apocalíptico. Decía Albert Einstein que “no sé con qué armas se luchará en la tercera Guerra Mundial, pero si sé con cuáles lo harán en la cuarta Guerra Mundial: palos y mazas”…
Pero la vida sigue y ahora en Andalucía el 19 de junio, tenemos la oportunidad de continuar la senda por la que ha transitado durante estos tres años el buen gobierno presidido por Juanma Moreno junto a una ejemplar coalición PP-Cs y que ha ido precisamente en dirección contraria a la coalición socialcomunista en manos de Pedro Sánchez. Frente a la desconfianza nacional e internacional que inspira el gobierno de la nación por sus exasperantes vaivenes y críticas internas, el gobierno de la Junta de Andalucía se ha mostrado como un gobierno capaz, sólido y generador de confianza entre los ciudadanos y los inversores nacionales y extranjeros, animados por la política económica y fiscal que se ha propiciado desde la presidencia de la Junta y sus distintas consejerías.
Mientras la derecha de Vox ha buscado el aval de Lepén y el PSOE el de Bildu, el aval del PP de Andalucía lo ha encontrado entre los sufridos sanitarios de los Hospitales, los agricultores agobiados por los precios y la sequía o entre los profesores y familias amenazadas por un asfixiante dirigismo ideológico de la ultraizquierda. Andalucía es hoy una región segura, solidaria y leal con la España constitucional y los valores de una Europa libre y democrática. Para esto urge que el 19 de Junio el pueblo andaluz le renueve el aval a Juanma Moreno.
Publicado en ConfidencialDigital